Los tutores de las mascotas están cada vez más interesados en proporcionarles los mayores cuidados y mejorar su calidad de vida. Como veterinario, te vamos a dar algunas pautas para que puedas asesorarles sobre cómo y en qué situaciones se puede contemplar el complementar la alimentación de las mascotas, con suplementos o alimentos complementarios.
El objetivo fundamental de la alimentación de las mascotas es claro: ofrecer un balance correcto de nutrientes.
Se prescriben tanto para mantener la salud de las mascotas en estado óptimo, como para proporcionarles una nutrición más personalizada, o suplementación alimenticia en función de alguna patología existente en su sistema digestivo, sus articulaciones u otras áreas.
Has de tener en cuenta que cada suplemento es diferente, has de considerar su uso y posología y el estado de salud del animal. Los nutrientes que necesita varían en función de la etapa de la vida, actividad física y mental que realice, dónde viva…
El término nutracéutico fue acuñado 1989 por el Dr. Stephen DeFelice partiendo de los conceptos de “nutrición” y “farmacéutico” y definió los nutracéuticos como “un alimento o parte de un alimento que proporciona beneficios médicos o para la salud, incluyendo la prevención y/o el tratamiento de enfermedades”. Se entiende que son productos basados en ingredientes naturales y se caracterizan por ser ricos en determinados nutrientes, lo cual determina su incidencia en la nutrición y la salud.[1]
Hoy en día se habla más de suplementos que de nutraceúticos para evitar confusiones con la función farmacéutica de la nutrición.
Con frecuencia te encontrarás en consulta con que te preguntan por suplementos nutricionales y habrás observado que en Pharmadiet solemos hablarte de alimentos complementarios[2].
El término suplemento es más popular porque proviene de una traducción literal del mercado anglosajón, que fue el primero en aislar nutrientes y comercializarlos bajo el nombre de “food suplement”.[3]
¿En qué se diferencian un complemento y un suplemento alimentarios, entonces?
Complementos y suplementos alimenticios se diferencian principalmente en su propósito: los están destinados a complementar la dieta y proporcionar nutrientes adicionales, sin embargo, los suplementos alimenticios están diseñados para corregir deficiencias nutricionales específicas.
Normalmente los alimentos complementarios contienen una variedad de nutrientes, sin embargo, los suplementos alimenticios suelen contener uno o dos nutrientes específicos.
Un complemento se utiliza para complementar la dieta con nutrientes que pueden no obtenerse en cantidades suficientes de la dieta diaria con nutrientes como vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos, y otras sustancias.
Un suplemento suple deficiencias en la dieta del animal, y puede incluir una amplia gama de nutrientes, como vitaminas, minerales, hierbas, aminoácidos y otros componentes reconocidos por sus beneficios para la salud.
Actualmente preferimos utilizar términos como para destacar que son las propiedades de los nutrientes las que inciden en la salud del animal, pero que no son en ningún caso medicamentos y que complementan su alimentación funcional.
En España, la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) marca que los complementos alimenticios se definen en la Directiva 2002/46/CE del Parlamento Europeo (transpuesta a nuestro ordenamiento jurídico por el Real Decreto 1487/2009) como “los productos alimenticios cuyo fin sea complementar la dieta normal y consistentes en fuentes concentradas de nutrientes o de otras sustancias que tengan un efecto nutricional o fisiológico, en forma simple o combinada, comercializados en forma dosificada, es decir cápsulas, pastillas, tabletas, píldoras y otras formas similares, bolsitas de polvos, ampollas de líquido, botellas con cuentagotas y otras formas similares de líquidos y polvos que deben tomarse en pequeñas cantidades unitarias;”[4]
Los seis nutrientes esenciales[5] son las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, que aportan energía, y el agua, los minerales y las vitaminas. A continuación, detallamos la importancia de cada nutriente en la dieta.
Las proteínas son los macronutrientes que necesitan las células del cuerpo para funcionar adecuadamente.
Las proteínas desempeñan una variedad de funciones, como asegurar el crecimiento y desarrollo de músculos, huesos, cabello y piel, formar anticuerpos, hormonas y otras sustancias esenciales, y actuar como fuente de energía para las células y tejidos cuando es necesario.
Los carbohidratos son esenciales para el cuerpo, ya que actúan como azúcares o almidones que suministran energía a todas las células y tejidos. Estos nutrientes juegan un papel fundamental en el funcionamiento del organismo, aportando el combustible necesario para mantener diversas actividades vitales.
Existen dos tipos de carbohidratos: simples y complejos. Mientras que se recomienda limitar el consumo de carbohidratos simples, el cuerpo necesita carbohidratos complejos para respaldar funciones clave como el sistema inmunitario, la actividad cerebral, el sistema nervioso, la producción de energía para las tareas diarias y una adecuada digestión.
A menudo, las personas asocian los alimentos con alto contenido de grasa con problemas de salud. No obstante, el cuerpo necesita ciertas grasas para mantener un estado de salud óptimo, ya que cumplen funciones clave en el organismo.
Las grasas proporcionan energía y son necesarias para una variedad de procesos corporales. Sin embargo, es importante elegir grasas saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas, mientras se limita o evita el consumo de grasas saturadas y trans, que pueden ser perjudiciales.
Las grasas saludables contribuyen a funciones vitales, como el crecimiento celular, la coagulación de la sangre, la formación de nuevas células y la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Además, ayudan en el movimiento muscular, el equilibrio del azúcar en la sangre, el funcionamiento del cerebro, la absorción de minerales y vitaminas, la producción de hormonas y el buen funcionamiento del sistema inmunitario.
El agua es posiblemente el nutriente más vital para el ser vivo, la mayoría de las mascotas solo pueden sobrevivir unos pocos días sin consumirla. Incluso una leve deshidratación puede provocar dolores de cabeza y afectar tanto el rendimiento físico como mental.
Dado que el cuerpo está compuesto principalmente de agua, cada célula depende de ella para funcionar correctamente. El agua contribuye a diversas funciones esenciales, como la eliminación de toxinas, la amortiguación de impactos, el transporte de nutrientes, la prevención del estreñimiento, la lubricación de las articulaciones y la hidratación general del organismo.
Los minerales son el segundo tipo de micronutrientes esenciales para el cuerpo, y se dividen en dos grupos: minerales principales y oligoelementos o minerales traza. Ambos grupos son necesarios para mantener un equilibrio adecuado que contribuya a una salud óptima.
Los minerales principales ayudan al cuerpo en varias funciones, como equilibrar los niveles de agua, mantener la salud de la piel, el cabello y las uñas, y fortalecer la salud ósea.
Según el informe sobre perros y gatos 2024 de la Asociación Estadounidense de Productos para Mascotas (APPA)[6]: “el uso de suplementos ha aumentado casi un 50 % en el caso de los perros y un 60 % en el de los gatos desde 2018. El 50 % de los dueños de perros y el 32 % de los de gatos dan a sus mascotas una vitamina o un suplemento.”
No todos los animales tienen las mismas necesidades nutricionales. La elección de los complementos adecuados dependerá de factores como edad, raza y salud general de tu mascota. Es tu labor como profesional, asesorar adecuadamente en cada caso concreto.
Consulta toda nuestra gama de productos para recomendar a tus clientes.
https://www.imveterinaria.es/uploads/2019/07/alimentar_2543_20190709012949.pdf
https://www.arquimea.com/es/blog/suplementos-alimenticios-dieta-animal/
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