¿Qué problemas de riñón puede padecer mi perro?

Los riñones son los órganos encargados de eliminar los desperdicios de la sangre y el exceso de líquido del cuerpo a través de la orina. Su función es filtrar la sangre para poder eliminar los desechos que se hayan generado y mantener el equilibrio y lograr un cuerpo limpio.

Cuando los riñones no funcionan de manera correcta y pierden su capacidad de filtrar y limpiar la sangre de nuestro peludo, puede llegar a afectar gravemente a la salud de nuestros amiguitos.

En este artículo os explicamos en más detalle las principales patologías derivadas del riñón que pueden padecer, en este caso, los perros:

1. Insuficiencia renal

Esta patología es una de las enfermedades más comunes que pueden sufrir nuestros amiguitos y aparece cuando los riñones no actúan de forma correcta. Podemos dividir esta patología en dos tipos:

Insuficiencia renal crónica

En este tipo de insuficiencia renal, el riñón de nuestro peludito va dejando de funcionar a lo largo del tiempo y no de forma inmediata. Al desarrollarse de manera progresiva, tiene una mayor incidencia en perros de edad avanzada y aparece como consecuencia de la propia edad del peludo, aunque algunos casos pueden aparecer debido a otros factores, como, por ejemplo, un tumor o una lesión.

En este caso, el riñón de nuestro perro puede llegar a perder hasta un 75% de su funcionalidad normal y algunos de los síntomas que puede presentar son, tener una gran necesidad de beber líquido, vómitos, anemia, etc.

Insuficiencia renal aguda

En este caso, la insuficiencia renal aguda aparece de manera repentina, es decir, el riñón deja de funcionar de manera inmediata y puede afectar a cualquiera edad y en cualquier momento. Si tu perrito sufre este tipo de insuficiencia renal, puede padecer algunos problemas como una incapacidad filtradora de los riñones, molestias para producir y expulsar orina o acumular sangre en los desechos llegando a provocarlo una intoxicación.

Síntomas

Aunque podemos distinguir esta patología en función de si es crónica o aguda, hay síntomas que nos pueden ayudar a detectar si se trata de una insuficiencia renal. Algunos de ellos son:

• Cansancio
• Menor ingesta de comida
• Exceso de agua
• Vómitos
• Diarrea
• Úlceras
• Adelgazamiento o anorexia
• Anemia
• Poliuria, que es el exceso de ganas de orinar
• Oliguria, que es menor volumen y frecuencia de orina
• Anuria, cuando el perro no orina
• Sangre en la orina
• Dolor en el abdomen

Si tu perro presenta alguno de estos indicadores, lo primero que debes hacer es actuar de urgencia y acudir a tu veterinario de confianza para detectar a tiempo la insuficiencia renal y evitar complicaciones.

2. Cálculos renales

Los cálculos renales o también conocidos como nefrolitos, son acumulaciones de minerales que se producen en la orina. Estos pueden juntarse hasta llegar a formar piedras de diferentes tamaños dentro del riñón de nuestro peludo. Las principales causas de aparición de éstos, pueden ser por:

• Disminución del consumo de agua: esto hace que el riñón tenga que trabajar el doble para poder recuperar el agua y los electrolitos necesarios para su correcto funcionamiento.
• Cambios del pH de la orina: una mayor acidez en su orina favorece la cristalización de estos minerales.
• Incorrecta dieta o con alimentos de baja calidad.
• Causa genética o derivada de la raza.
• Factores externos como infecciones bacterianas.

Síntomas

Puedes detectar que tu amiguito padece cálculos renales si presenta alguno de las siguientes señales:

• Dolor en la zona abdominal
• Incontinencia
• Dificultad o incapacidad de orinar
• Sangre en la orina
• Fiebre
• Vómitos
• Cambios de humor
• Falta de apetito

3. Pielonefritis

La pielonefritis es una infección del riñón causada por bacterias en la orina que afectan al uréter del perro. Esta patología suele aparecer cuando se produce una infección de vejiga y puede presentarse de forma crónica o aguda.

Principales causas

Por lo general, la principal causa es debido una infección causada por bacterias como: Escherichia coli, Staphylococcus, Proteus, Strepotococcus, Klebsiella, Enterobacter y Pseudomonas.

Sin embargo, esta patología también puede aparecer por las siguientes razones:

• Insuficiencia renal.
• Complicación de una infección de vejiga.
• Obstrucción o malformación de nacimiento en la vejiga.
• Anomalías anatómicas: como uréteres ectópicos, estenosis o tumores.
• Anomalías funcionales y metabólicas: como la glucosuria, isquemia o inmunosupresión.
• Infecciones: todos los procesos inflamatorios que afectan a la vejiga, uretra, uréter, próstata o incluso catéteres urinarios.

Síntomas

Es difícil detectar Pielonefritis en tu amiguito, pero si observas alguno de los siguientes síntomas es importante acudir a tu veterinario para que haga el diagnóstico adecuado:

• Vómitos
• Dolor en el abdomen
• Dificultad y dolor al orinar
• Anorexia
• Fiebre
• Sangre en la orina y mal olor
• Sed aumentada
• Orina frecuente

4. Nefritis y nefrosis

La nefritis es una inflamación del riñón que está relacionada con otras enfermedades como la hepatitis, la erliquiosis o la pancreatitis.

Y, por otro lado, la nefrosis es la degeneración del riñón debido a la falta de irrigación sanguínea o una intoxicación.

Síntomas

Para detectar que tu amiguito sufre nefritis o nefrosis, puedes observar señales como:

• Problemas respiratorios
• Hinchazón de los riñones
• Vómitos excesivos
• Pérdida del apetito y lentitud
• Coloración marrón de la lengua
• Úlceras en las mejillas
• Aliento desagradable
• Problemas respiratorios

Si finalmente detectas que tu peludito padece algún tipo de problema de riñón, es imprescindible acudir al veterinario para que haga el diagnóstico correcto e indique las pautas a seguir. Además, es importante ofrecerle una dieta adecuada y confiar en alimentos complementarios que contengan nutrientes como el ácido fólico y las vitaminas B6 y B12, ya que les ayudará a restablecer sus niveles en el organismo. También, nutrientes con acción antioxidante como la Quercetina y el   resveratrol, ayudan a nutrir y proteger a las células renales del estrés oxidativo. Por último, el aporte de ácidos grasos poliinsaturados es también beneficioso para el riñón.

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