¿Cuándo debo tener especial cuidado de las defensas de mi mascota?

Un correcto funcionamiento del sistema inmunológico es esencial para proteger a tu animal de agentes externos y patologías que pueden llegar a ser dañinas para su salud. Para mantenerlo en buen estado, lo primero es entender cómo funciona.

Podríamos decir que el sistema inmunitario está formado por dos barreras defensoras; la primera barrera constituida principalmente por la piel, estructurada por células, es el primer elemento que los protege y el que más en contacto está con la superficie exterior. Pasada esta primera barrera protectora, cuando un agente externo entra en su organismo, se encuentra un sistema de defensas formado por lo que llamaríamos células inmunitarias, capacitadas para atacar cualquier agente no reconocido y eliminarlo.

Del mismo modo que los humanos, las defensas de nuestras mascotas pueden sufrir altibajos. Dependiendo de la época del año, sus defensas son más propensas a alterarse, debido a los cambios bruscos de temperatura. En este caso, el otoño es una de ellas.

Algunas situaciones que puedan afectar su sistema inmunitario son: la vuelta a la rutina después de todo un verano fuera, expuestos a diferentes lugares y agentes, la caída del pelo, el cambio repentino de temperatura… El otoño es una época imprescindible para realizar una visita al veterinario y asegurarse de que su salud esté en buen estado.

Además, las bajas temperaturas pueden suponer un choque para tu animalito. Hay un gran contraste entre la temperatura de los días de verano y la lluvia y el frío que envuelve el otoño. ¡Si te encuentras en zonas donde las temperaturas llegan a ser muy bajas no olvides abrigar a tu mascota para que no pase frío!

¿Qué puede experimentar nuestro compañero de vida?

• Cambios en su vitalidad. Puede estar más apagado, cansado y sin energía. Esto se debe a que la luz es un gran factor para ellos. Los perros disfrutan mucho de la luz del sol ya que gracias a ésta segregan serotonina. La serotonina es una hormona relacionada con el estado de ánimo, el apetito y la temperatura corporal. Por lo tanto, deja que tu perro se siente o se estire al sol, de esta forma reducirá la depresión y mejorará su estado de ánimo.
• Inquietud. Tu mascota, en los meses más fríos suele pasar más tiempo en casa. Se vuelve inquieto y quiere llamar la atención. Por eso es normal que lo encuentres lamiéndose o ladrando más de la cuenta.
• Muda de pelaje. En especial, la caída del pelaje es más notable durante el otoño. Su pelaje actúa como protección a las temperaturas, con la llegada del invierno aparece más grueso para poder resistir al frío. Por ello, es normal que durante esta época encontremos mucho más pelo por distintos lugares de la casa. Además, es beneficioso controlar regularmente la higiene de tu mascota, con baños ocasionales y un cepillado diario para poder favorecer la caída del pelo.

¿Cómo puedo mantener sus defensas altas?

Principalmente, como ya hemos comentado, se debería realizar una visita al veterinario para comprobar que el peludo se encuentra en perfecto estado. Además, deberíamos plantear desparasitarlo para evitar cualquier imprevisto. Os proponemos algunas actividades para llevar a cabo su cuidado:

• Realiza ejercicio físico. De esta manera, además de ayudar a su salud, también podéis pasar más tiempo juntos. Como los humanos, cuando realizan ejercicio se liberan endorfinas, la hormona de la felicidad. Las endorfinas son pequeñas proteínas que activan los centros de placer del cerebro y fomentan el bienestar anímico. ¡El ejercicio les mantendrá saludables, activos y felices!
• Evita situaciones de estrés. La adaptación a la nueva estación debe ser amena. Por ello, es bueno para tu peludo que respetes sus lugares y momentos de descanso. El estrés es uno de los principales elementos que afecta al sistema inmunológico, reduciendo su capacidad de acción. Este influye directamente a los glóbulos blancos, disminuyendo su número, lo que conlleva que virus, bacterias y gérmenes se encuentren menos resistencia.
• Ten en cuenta su alimentación. El mantenimiento de las defensas en invierno conlleva tener una buena alimentación rica en minerales, proteínas y vitaminas. Sin los alimentos necesarios, el sistema inmunológico puede llegar a dejar expuesto a tu peludo ya que sus células no pueden trabajar correctamente. Para remediarlo, puedes aumentar ligeramente la cantidad de pienso y, también, puedes añadirle un alimento complementario. Los complementos a base de proteínas de plasma, salvado de avena, ginseng, Vitaminas B6, B12, biotina y selenio ayudarán a mantener el correcto funcionamiento del sistema inmunitario de tu peludo, proporcionándole la energía, nutrientes y protección necesaria frente a diferentes agentes externos.

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