El bienestar de una mascota se mide en tres niveles: físico, mental y emocional. Cualquier dolencia o enfermedad que afecte a cualquiera de estos niveles tiene una causa, que suele estar relacionado con un daño o desajuste de un órgano, la presencia de cuerpos extraños… pero todo afecta a un elemento pequeño, pero de vital función: la célula.

Por ejemplo, según la raza, los perros tienen entre 125 a 220 millones de células. Y todas ellas tienen una función para el organismo.

Es importante vigilar cualquier cambio físico o comportamental, y acudir al veterinario si se nota algo raro.

Es fundamental estar atento a cambios de comportamiento o quejidos en animales. Los daños a nivel celular pueden afectar a cualquier parte del cuerpo (hígado, riñones, sistema digestivo, pulmonar…) por lo que un chequeo regular del veterinario ayudará a prevenir ciertas dolencias.

Recuerda siempre que el acceso al exterior y la oportunidad de realizar ejercicio regular son aspectos importantes para mantener el bienestar físico y mental de una mascota. También a nivel celular.