Para mantener la higiene auditiva de las mascotas, las prácticas varían según la raza y el estilo de vida.
Perros de orejas largas, como el Cocker Spaniel, requieren limpiezas semanales o bisemanales debido a la acumulación de cerumen.
Los gatos de orejas peludas, como los Maine Coons, necesitan inspecciones regulares y limpiezas cuando se acumula suciedad. Razas con predisposición a infecciones de oído, como el Shar Pei, pueden requerir limpiezas mensuales o trimestrales.
Mascotas que nadan frecuentemente también deben tener limpiezas mensuales para prevenir infecciones por humedad. Sin embargo, para mascotas con orejas saludables y sin problemas de acumulación, las limpiezas pueden no ser necesarias tan a menudo, pero se recomienda realizar inspecciones ocasionales para detectar cualquier anomalía.